La informalidad láctea prevalece en Venezuela. Andrés Kowalski, director del Programa de Desarrollo Integral Lechero (Pidel), presentó recientemente los resultados de un estudio realizado en las ganaderías del país vecino.
El 34 % de las ganaderías venezolanas se dedica a la producción lechera y el 69 % de los productores cuenta con más de 15 años de experiencia. Un 44 % reúne más de 25 años de experiencia y solamente un 30 % tiene menos de 15 años de ejercer esta labor, lo que refleja una generación de relevo reducida.
Del total de empresas tomadas para el estudio, el 89 % de las fincas está dedica a la producción de leche y carne (doble propósito), el 10 % a la producción exclusiva de carne y el 1 % a la producción de leche intensiva y venta de genética. Por la necesidad de flujo de caja, algunas de las ganaderías de carne vienen ordeñando para la producción de quesos en fincas.
El 93 % de los productores, comentó, son pequeños (menos de 200 litros diarios), 6 % medianos (entre 200 litros y 1000 litros) y sólo el 1 % de los productores en Venezuela produce más de 1000 litros.
El promedio de las ganaderías doble propósito es de 4,37 litros por animal. Las ganaderías de exclusiva producción de leche declaran los 6 litros, mientras que productores de carne que comenzaron a ordeñar indican obtener 3,95 litros.
Actualmente, en Venezuela más del 85 % de la leche se transforma en queso, tal y como ha sucedido históricamente en este país. El mercado de leche y queso, aunque regulado, sigue en la informalidad pues más del 70 % se produce de manera informal en fincas o queseras no legalizadas.